Existencialismo y el teatro del absurdo

El contexto nos ubica en el periodo de la segunda guerra mundial. Es en este periodo en que gesta la nueva corriente filosófica y literaria del existencialismo gracias a las contribuciones de Jean-Paul Sartre.

Esta corriente tiene que ver con lo “relativo con la existencia”, es decir que analiza el lugar en el universo y la relación con los problemas metafísicos del ser humano. Heidegger también contribuyo a esta corriente y complemento que “La nada no es lo que no contemplamos, sino lo que no podemos saber”, es decir lo que no comprendemos, y la razón por la que redefina este término es que las respuestas de los existencialistas o no les agradaban o no las encontraban. Otro termino que fue redefinido fue el de el “absurdo” el cual se remarca que no es hacer el ridículo, sino que no tiene razón hacer algo sino lo lograras completar. También se recalca la libertad del ser y la capacidad que tiene de elegir por sus propios medios. Y por último se analizó la angustia que generaba la capacidad anteriormente mencionada, pues el ser no sabe si eligió bien.

Sartre escribió obras pero éstas pertenecieron al existencialismo, ya que a todo esto se gestó una nueva corriente, la del teatro del absurdo. Comenzó en 1950 y solo duró 2 décadas. Este teatro tiene como característica la de explicar la falta de propósito del ser humano, el sinsentido de la vida humana, sin leyes que establezcan un orden. Nuevamente el teatro se ve relacionado con el subconsciente, lo surrealista y lo abstracto. No hay bien ni mal establecido, es decir que hay falta de moral; los hechos más grotescos pasan desapercibidos. Carece de una lógica formal, pues la vida no tiene sentido, ya que vivir es un castigo, y morir ni es bueno ni malo.

Eugène Ionesco bautizó inicialmente a este teatro como el antiteatro. De origen rumano fue cuando quiso comenzar a aprender inglés con un libro al cual no le encontró sentido y fue por esa razón que los diálogos de sus obras eran incoherentes. Entre sus obras se encuentra  La lección, El rinoceronte, Las sillas y La cantante calva.

Analizaremos entonces la cantante calva, para esto cabe mencionar que en el contexto un bombero era alguien con una clase superior al de una criada, y por esta razón es que es mal vista su relación en la obra. Lo absurdo es que en esta obra no hay cantantes calva, eso para empezar, como siguiente motivo de ser una obra reconocida, es que en las escenas que analizamos los personajes de estar en pláticas sobre algún tema pasan a otro tema que no tiene nada que ver con lo que hablaban, otra razón es que muchas cosas de las que hablan son incoherentes, una clara observación de esto es cuando los señores se encuentran hablando de una oda de alguien que se murió hace dos años que lleva por nombre Bobby Watson y que su familiar Bobby Watson nieto de Bobby Watson por parte del señor Bobby Watson, resulta más que incoherente y desconcertante.

Es un teatro al cual se le debe de tener paciencia para entender, a pesar de que no se vaya a lograr del todo debido a su falta de lógica, pero que resulta entretenido a la hora en que te das cuenta de la falta de sentido de las obras.